Probamos el Xperia S, el primer smartphone de Sony
Desde hace una semana tengo el Xperia S, de Sony. Es una máquina que impacta en su diseño, por las líneas elegantes y sobrias. Aunque solo lo había visto por fotos que compartieron mis colegas en su presentación en sociedad durante el CES en Las Vegas, me tenía antojado pensar cómo sería el primer celular hecho por Sony con el apellido sueco de Ericsson.
Ambas marcas eran sinónimo de garantía, cada una en su nicho de industria. Los suecos fueron, por separado, uno de los líderes indiscutibles del desarrollo de la telefonía móvil, y, por su parte, los maestros de la imagen y el sonido en líneas minimalistas eran los ingenieros del sol naciente.
Pues bien, este primer smartphone de Sony, dentro de la nueva serie Xperia NXT, pasa la prueba en términos generales. Es un Android 2.3 (Gingerbread) que resulta generoso en la visualización por su pantalla de alta resolución de 4.3” con HD Reality display y la fuerza de los Bravia adentro, y lo que uno podría esperar de Sony: Una cámara que no sea tacaña. Sus 12 MP (yo solo lo había visto en el N8 de Nokia) se activan en tan sólo 1,5 segundos desde el modo de espera. Eso es clave para los que somos periodistas pues la cámara también permite grabar video en 1800 en alta definición.
Lo otro que se espera luego del matrimonio con Ericsson es que lo que es telefonía propiamente dicha, funcione muy bien, luego de un aprendizaje de tantos años. Como si fuera un carro que pasa por el taller de repotenciación, el Xperia S viene ‘engallado’ con un monstruo de motor. Se trata de un procesador de doble núcleo de 1.5 GHz que le permite ofrecer mayor velocidad de operación y respuesta del sistema operativo a las altas demandas del hardware.
Otra de las cosas que un consumidor promedio como yo podría agradecer de este equipo es que se conecte de forma fácil y transparente con el ecosistema de audio y sonido que se puede tener en casa. En un mundo de múltiples pantallas, el Xperia S se entrelaza con televisores, laptops o tabletas sin mayor problema (me falta, por cierto, probar la tableta de Sony).
Pero en general usted puede consumir contenidos en el móvil, pero en la pantalla de su televisor al conectarlo con una conexión HDMI al puerto del TV, o compartir fotos de manera inalámbrica. Esto se da de manera natural con los de la familia Sony y con algo más de dificultad con otras marcas.
Aunque me ha faltado probarlo, sé que el Xperia S también está habilitado con la tecnología NFC (comunicación de campo cercano) facilita compartir contenidos y disfrutar de un número cada vez mayor de aplicaciones y servicios. Eso se aprovechará especialmente cuando en uno o dos meses lleguen a Colombia los Xperia SmartTag, una especie de moneditas que funcionan con cualquier smartphone habilitado con NFC. Cuando el Xperia toque a una SmarTag se abrirá un perfil preconfigurado en el teléfono, como por ejemplo una aplicación GPS para la SmarTag de tu automóvil. Así se espera ahorrar tiempos en personalizar el equipo frente a cada entorno diferente (vendrán, hasta donde tengo entendido, cuatro de estas moneditas en colores distintos).
Algunas oportunidades de mejora:
- Definitivamente la batería es su talón de Aquiles. El cargador de energía, más que un accesorio, es un elemento indispensable que debe llevarse a todas partes. Obviamente esto se debe a las aplicaciones que cada usuario deja corriendo en su equipo, pero es un gran desafío y más ahora que el mercado colombiano espera equipos como el Motorola RAZR Max, otro Android que refuerza el tema de la duración de la batería.
- El diseño es muy limpio, pero podría ser más delgado, pequeña batalla en la que el Galaxy y el RAZR tienen puntos a favor.